Las (los) maestras (os) no existen en la construcción epistémica del conocimiento. Con el término maestras (o)s en esta convocatoria, también se incluyen docentes formados en cualquier institución, tales como Escuelas Normales, Universidades ó los que no teniendo una formación como docentes se encuentran impartiendo clases en todos los niveles.
Las (los) maestras (os) como otras personas “ordinarias” (pueblos indígenas, campesinos, migrantes, trabajadoras domésticas, taxistas, jornaleros, trabajadores de la economía informal, entre otros) existen solamente como apéndices en la construcción teórica del conocimiento autodenominado “serio”. Todos estos actores sociales comparten el hecho de ser estudiados solamente como objetos empíricos; en otras palabras, epistémicamente son únicamente trabajo de campo, pero no son considerados sujetos activos de valor, en lo concerniente al conocimiento en sí. El trabajo de campo puede ser acerca de los migrantes, campesinos, indígenas, autóctonos, ó sobre los maestros, pero la teoría aún proviene de intelectuales individuales canónicos como Marx, Weber, Habermas, entre otros. Es necesario hablar de cómo las (los) maestras (os) y sus narrativas no son solamente historias de personas que sufren, sino que son fuentes teóricas de lo que pudiera considerarse como conocimiento.
El número 8 de la revista TraHs no es sobre las prácticas educativas de las (los) maestras (os). En otras palabras, no es sobre cómo éstos pueden mejorar su docencia; en cambio, es sobre las narrativas de las (los) maestras (os) (normalistas o no) como seres humanos, en relación con su trabajo: sus historias orales, poemas, testimonios, testimonios poéticos, autobiografías, memorias, reflexiones personales, entre otro tipo de narrativas; sobre cómo ellos vivieron su pasado ó cómo, actualmente, consideran el ser educadores.
Esas narrativas contienen conceptos que pueden enriquecer la construcción de lo que Maldonado-Torres llama el giro decolonial el cual contiene, por lo menos, tres conceptos fundamentales: actitud decolonial, racionalidad decolonial y la decolonización de la subjectividad (Maldonado-Torres, 2006-2007, 2011a, 2011b, 2011c). Esas categorías son también indicadores de que el giro decolonial requiere incorporar aquellos creadores de conocimiento, epistémicamente anónimos, para ser realmente decolonial.
Las narrativas de las (los) maestras (os) han sido epistémicamente despreciadas en parte porque esas historias conciben la construcción social de la realidad a través de vehículos de conocimiento metafóricos, los cuales son vistos solo como parte de la literatura. Sin embargo, este número aborda la manera en que las historias, poemas, diarios personales, metáforas y otras formas de aproximación poética a la realidad es una reserva epistémica que puede incorporar nuevos conceptos al giro decolonial. Si el canon intelectual ha tenido sus sitios intelectuales favoritos: capitalismo, modernidad, globalización, entre otros, es fundamental el mirar hacia aquellos sujetos, fuera de la moda intelectual, tales como las (los) maestras (os) para iluminar un área inexistente en la construcción del giro decolonial.